Así como con mi sueño de emprender, llevaba aplazando la posibilidad de jugar tenis. Pasaba mucho por la cancha de tenis y lo seguía aplazando en mi mente y en las acciones necesarias para lograrlo.
Un día leí: “Big Magic” de Elisabeth Gilbert, que hablaba sobre el mal que nos han hecho al decirnos: “hazlo bien o no lo hagas” porque realmente nos ha limitado las posibilidades de experimentar y fallar en un mundo donde ya de por sí, es difícil dar primeros pasos.
Necesitamos la posibilidad de poder fallar y de ser muy malos al iniciar un nuevo proceso. Necesitamos la libertad de aprender desde cero y sentirnos equivocados, inadecuados, incomodos, incluso de ser orgullosamente torpes.
“Necesitamos la posibilidad de poder fallar”
Así, con esa sensación de no saber por dónde empezar, desempolvé la raqueta y llamé al profesor y en simultánea en mi vida, decidí que iba a emprender en el mundo digital con lo poco o mucho que sabía y con todos los retos que vendrían.
Me daba ánimo que ambas cosas eran mi decisión y por eso tenía mi compromiso personal a seguir practicando hasta ser mejor. Un paso cada día. Un mejor drive, un mejor revés, un nuevo seguidor, una nueva venta.
Y cuando me paré por primera vez en la cancha y cuando monté por fin la tienda digital me di cuenta de que había ganado mi primera batalla. La primera de muchas que vendrían, pero la primera era muy importante para mí porque había tomado la decisión y había actuado.
Y la lección obvia, era que simplemente no tenía que saber para empezar y que en el camino las lecciones que tenemos que aprender se aprenden.
Seguí practicando y en tenis el profesor me corregía y me mostraba la técnica. Logré tener saques consistentes. Todo está en la práctica, hacerlo uno y otra vez. Lo que no nos dicen es que es importante que la práctica sea consciente, guiada.
No nos ganamos nada si el saque lo repetimos mil veces, si no sabemos cómo dirigir las piernas, o cómo coger bien la raqueta. Si nadie me explica cometeré el mismo error una y mil veces, me cansaré y me frustraré, perderé mi tiempo y no mejoraré.
La guía nos lleva al siguiente nivel y en emprendimiento tener mentores, juntas directivas, amigos con experiencia o programas de entrenamiento hace las veces de profesor de tenis. Explica la técnica, lo que nos lleva al siguiente nivel, que solos, nunca hubiéramos caído en cuenta.
“La guía nos lleva al siguiente nivel”
Como iba avanzando en mi práctica de tenis me enfrente a mi primer campeonato. Esa noche no dormí y me comían los nervios. Quedé de tercera, y aunque me sentí orgullosa, me di cuenta de que iba a ser muy difícil lograr ganarle al que me había derrotado.
En emprendimiento también nos dieron duro, nos quitaron la marca, nos bajaron de la plataforma digital. Las redes nos impiden pautar por el tipo de producto. Ha sido muy retador, como lo es emprender. Esa es la naturaleza misma de este proceso: de jugar y de vivir. Pero está bien. Eso hace que valga la pena.
Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que todo el proceso no es contra un competidor que siempre cambia de cara. Es contra mí. La carrera es contra mi versión desanimada, distraída, ocupada, contra mi versión con pereza, con miedo o con desconocimiento.
La última lección del proceso es gozarla. Disfrutar cada punto perdido o ganado. Es disfrutar y aprender, en un ciclo que nos va llevando a construir una mejor versión de nosotros como tenistas, emprendedores y personas.
Y así seguiré jugando tenis, seguiré emprendiendo y seguiré aprendiendo no hasta ganarle a otros, hasta ser mi mejor versión.
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