Un estudio publicado por la consultora estratégica global McKinsey reveló que en el mundo hay 200 millones de pequeñas y medianas empresas que no tienen acceso a servicios de crédito.
En Latinoamérica, la situación económica y laboral de este tipo de empresas es complejo ya que, además de la cantidad de trámites y las altas tasas de impuestos, el 52% de la Mipymes del continente no tiene ningún tipo de ayuda financiera, según revela el documento.
Si quieres ampliar la información sobre este estudio: Lee aquí el Informe anual de la banca global en 2021.
Sin embargo, en los últimos años los bancos han puesto sus ojos en las pequeñas y medianas empresas con el fin de ofrecer diferentes productos que se ajusten a las necesidades financieras.
De acuerdo con la gerente de Pyme de Bancolombia Viviana González, invitada al espacio Cash Flash de Manizales Más, existen una serie de recomendaciones útiles para que tanto emprendedores como empresarios puedan construir una relación sólida, estable y a futuro con el sector bancario.
Según la experta, la opción más conveniente son los préstamos para emprendedores que se caracterizan por ser créditos desarrollados especialmente para ayudar a los nuevos empresarios a dar el impulso económico que necesitan para permanecer durante los primeros meses de vida.
Generalmente, estos préstamos son de montos bajos y deben ser pagados a medio o largo plazo. La mayoría no requiere un aval ni exige muchos requisitos y ofrece facilidades de pago flexible como una tasa preferencial, la posibilidad de mover cuotas o pagar las primeras algunos meses después de obtener el crédito, cuando el emprendimiento ya esté funcionando.
Entre las ventajas más importantes de pedir un crédito, se encuentran, la facilidad y la rapidez ya que solicitar un crédito ‘online’ es muy sencillo y se recibe respuesta entre 24 y 48 horas además los bancos suelen dar mayor flexibilidad de pago a los emprendedores. En ese sentido, hay dos ventajas considerables. La primera es que el pago puede ser estructurado de modo que acompañe el crecimiento de la empresa. En otras palabras, que al principio las cuotas sean más bajas y se incrementan con el tiempo. La segunda es que tiene en cuenta los imprevistos de cualquier nuevo negocio, permitiendo la posibilidad de reestructurar el préstamo o aumentar el monto para adaptarse a las circunstancias.
Otro aspecto que se destaca es la consolidación de un historial crediticio que al cumplir a tiempo con los pagos del crédito genera credibilidad para futuros nuevos inversionistas o acreedores. Tener un perfil crediticio comercial sólido también ayuda para calificar a nuevos créditos en bancos.
Crédito de consumo:
El Decreto 1459 de 2022, expedido por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, estableció que el cupo máximo de los créditos de consumo de bajo monto es de 106 Unidades de Valor Tributario (UVT), un aproximado de $4.495.672. Sin embargo, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), estableció que estos créditos pueden ser ampliados hasta 211 UVT, un aproximado de $8.948.932.
Microcréditos:
Están regulados por la Ley 590 de 2000, son préstamos dirigidos exclusivamente a micro, pequeñas y medianas empresas del país. Su objetivo es que pequeños negocios, profesionales independientes y emprendedores cuenten con el capital suficiente para impulsar sus modelos de negocio.
Los microcréditos están dirigidos a comerciantes, emprendedores y profesionales independientes que no cuentan con experiencia en el sector financiero, tienen dificultades para demostrar ingresos y no tienen garantías para respaldar un crédito, como: codeudores, activos fijos, entre otros. En esta modalidad, el dinero prestado solo debe ser destinado para uso exclusivo del negocio, pero puede ser empleado en capital de trabajo, activos fijos o en lo que requiera. Es decir, para compra de materia prima, insumos, pago de salarios, adquisición de maquinaria, tecnología, equipos, entre otros.
De acuerdo con el Artículo 39 de la Ley 590 de 2000, el monto máximo de los microcréditos es hasta 25 Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMMLV) por operación y un endeudamiento máximo por solicitante de 120 SMMLV. Adicionalmente el cupo aprobado va depende de los ingresos del negocio.
Según el tipo de crédito solicitado, los requerimientos pueden cambiar, así como los plazos para pagar y las tasas de interés. Por ello, es importante que comparar entre diferentes entidades financieras con el fin de encontrar el préstamo que mejor se ajuste a las necesidades.
En conclusión, este tipo de herramientas financieras pueden ayudar a las empresas a crecer y avanzar en la capacidad de generar valor a sus proyectos futuros.
Para conocer más acerca de las fuentes de financiación y conectarte con estas, te puedes comunicar con:
Max Turner
Líder Componente Financiero Manizales Más
WA: +49 175 2846725
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